Como Mejorar la Fertilidad y Nacimientos en Reproductoras de Pollos de Carne
Sandro Cerrate, PhD
Credinser LLC, Madison, Alabama
Publicado: 25 de Enero, 2020
En algunas empresas la fertilidad y los nacimientos empiezan ha disminuir las últimas semanas de producción (por ejemplo, luego de las 50 semanas) y a la vez el emplume se observa deteriorado o existe un sobrepeso del huevo. Como podemos mejorar la fertilidad y los nacimientos en la última fase de producción en las reproductoras? Para mejorar la fertilidad y nacimientos debemos evaluar tres puntos importantes: (a) manejo de los gallos, (b) calidad de emplume en las gallinas y (c) tamaño del huevo.
a) Manejo de los gallos
El manejo alimenticio de los gallos durante las primeras cuatro semanas y a partir de las 20 semanas de edad es crucial para tener una buena conformación osea y para controlar el sobrepeso desde que empieza la fotoestimulación. Gallos sobrepesados o con una alta incidencia de apareo desgastará el emplume de forma temprana en las gallinas jovenes por el cual estas perderán las primeras plumas en la espalda antes de las 40 semanas, ésta pérdida de plumas a edad temprana repercutirá que a las 50 semanas pierdan un mayor número de plumas y por lo tanto evitarán la monta. Estas condiciones de emplume se podrían agravar aún más si los gallos presentan un exceso de líbido por lo cual se tendrá que evaluar el porcentaje de gallos por hembra.
Por otro lado, gallos que presentan sobrepeso las primeras semanas de producción tendrán un buen desarrollo testicular y gran líbido, pero a partir de las 35 semanas el peso testicular disminuye fisiológicamente debido a la edad; y además al observar que los gallos estan sobrepesados, luego de las 30 semanas, se restringe el consumo de alimento y por lo tanto la ganancia de peso vivo y peso testicular se reducirán afectando negativamente la persistencia en la fertilidad. Es así que una forma práctica de manejar el consumo en los gallos a partir de las 20 semanas es calibrar el nuevo consumo de alimento para los siguientes lotes de gallos tomando como referencia los consumos pasados, pesos vivos de granja y los pesos objetivos. Como se realiza esta calibración? Primero se realizá una ecuación entre el consumo y peso vivo de granja por medio de una relación logarítmica (Figura 1):
Consumo de alimento en granja, g/día = 54.305LN(Peso vivo de Granja, g) – 323.12;
Segundo, luego se utiliza este modelo para calcular el Nuevo consumo de alimento a partir del Peso vivo Objetivo, así como se muestra en la Tabla 1:
Nuevo consumo de alimento, g/día = 54.305LN(Peso vivo Objetivo, g) – 323.12;
Figura 1. Relación del Consumo de alimento de Granja y Peso vivo de Granja desde 20-30 semanas.
Tabla 1. Consumo de Granja y Nuevo consumo de alimento.
Esta ecuación es aplicable sólo para las condiciones de manejo, medioambientales y nutricionales de la granja; y ésta se deberá de recalibrar al menos cada 6 meses debido a que las condiciones de manejo y el avance genético podrían variar. Luego de las 30 semanas con un peso ideal del gallo, se podrá controlar mejor la ganancia del peso semanal, ~ 20-35 gramos por semana. Por lo contrario, si se maneja gallos con sobrepeso y con menos de 10 cm de canillas (Figura 2) podrían tener dificultad durante el apareamiento. Este tipo de gallos también presentarán una cabeza y cresta pequeña, lo cual hará que sus cabezas ingresen fácilmente en los comederos de las hembras. Por ejemplo, gallos con 15% menos en peso por debajo de lo recomendado a las cuatro semanas, tendrán a las 25 semanas una altura de cabeza y cresta doblada menor a 60 cm aumentando la posibilidad de consumir el alimento de las hembras ya que podrían pasar por las rejillas.
Por el contrario, gallos con pesos de 800 gramos o más a las cuatro semanas, tendrán a las 25 semanas una altura de cabeza y cresta doblada mayor a 60 cm, evitando poder comer el alimento de las hembras. Es así que para conseguir gallos de altura óptima se recomienda a las cuatro semanas clasificar aves de gran altura y potencial genético, con pesos mínimo de 800 gramos y una longitud de canilla mínimo de 60 cm. Asimismo, una dieta para machos ayudará también a controlar el peso de los gallos alimentándolos con dietas bajas en proteína, alrededor de 11.5%, o un nivel de lisina digestible de 0.44%. Para aumentar el volumen y evitar la ansiedad de comer el alimento de las gallinas se recomienda una dieta de baja densidad energética, 2700 kcal/kg. Esta dieta es preferible ser administrado desde la fotoestimulación para así controlar mucho mejor el sobrepeso de los gallos.
Figura 2. Longitud de canillas.
Nota: La longitud de canillas es medido desde la base del dedo del pie hasta el límite de la canilla y la dermis de la tibia como se muestra en la línea verde.
b) Calidad de emplume en las gallinas
Es importante fortalecer y monitorear el desarrollo de las plumas desde el levante hasta la producción. En la fase de levante se debe evaluar el desarrollo de las plumas en las alas, ya que cualquier deficiencia o desbalance de amino ácidos ocasionará una pérdida de calidad de plumas en las alas. Así dietas balanceadas en amino ácidos mejorará el emplume en levante y consecuentemente la calidad de emplume también mejorará durante la fase de producción. Otra forma efectiva de mejorar el emplume es aumentado la cantidad de fibra insoluble (Morrissey et al. 2014). Tanto el balance de amino ácidos (Cerrate et al. 2019) y los niveles de fibra afectarán también la calidad de plumas en la espalda durante la fase productiva.
Además, antes de analizar los nutrientes de la dieta, se debe evaluar el espacio de comedero porque este tiene un impacto crucial en el desarrollo de las plumas. Aves con espacio de comedero restringido, <15cm por gallina en comedero lineal, fácilmente pierden las plumas en la espalda las cuales se reducen de tamaño y cambian de un color blanco a un color gris o plomo.
En el caso de comederos en forma redonda se deberá tener un espacio de 10 cm/gallina, y se tendrá que observar cómo se distribuye el alimento y si las aves lo consumen uniformemente o se agrupan unos sobre otros sin poder comer al mismo tiempo. Por lo tanto, en producción la fertilidad y el emplume se deben evaluar juntos midiendo las condiciones de emplume en la espalda, lo cual permitirá tomar acciones sobre manejo y alimentación. Por ejemplo, si las aves tienen un porcentaje de score de plumas 4 y 5 mayor a 5% a las 55 semanas (Figura 3), se tendrá que evaluar el manejo de los gallos, el espacio de comedero y el balance de amino ácidos y niveles de fibra.
Figura 3. Fertilidad y máximo score de plumas en espalda.
Nota: Score 4 & 5 = Score 4 + Score 5. Score 4 representa aves con 10 cm lineales de pérdida de plumas en la espalda. Score 5 representa aves con 12.5 cm o más de pérdida de plumas en espalda.
c) Tamaño de huevo
Huevos sobrepesados disminuyen la fertilidad y los nacimientos de huevo fértil (Malik et al. 2015) debido a que el grosor de la cáscara de huevo disminuye (Liao et al. 2013) y la incidencia de microfisuras aumentan. Por ello controlar el sobrepeso de los huevos es clave para mejorar los nacimientos. Si el peso de huevo es superior a 70 gramos a las 60 semanas se deberá analizar los nutrientes y consumo de alimento. La forma más rápida de controlar el peso de los huevos es alimentar a las gallinas con los amino ácidos balanceados, entre ellos la lisina, que deberá ser restringida ya que un exceso de la misma dará como resultado que la pechuga y el huevo aumente de tamaño, y consecuentemente los nacimientos se reducirán. Si existe una sobrealimentación de lisina ésta se depositará en el músculo y los amino ácidos restantes harán lo mismo resultando en una reducida deposición de cisteína, arginina, y valina en las plumas y por tanto afectando negativamente el emplume y fertilidad. Así también, en gallinas alimentadas con exceso de proteína o amino ácidos, la pechuga aumenta y también se endurece, esta característica fácilmente es reconocido realizando una palpación manual.
Por otro lado, entonces si la lisina se reduce para controlar el peso de huevo, los demás amino ácidos como los azufrados, arginina y valina deberán ser aumentados para fortalecer el emplume. Es decir, debe existir un balance de amino ácidos para controlar el crecimiento de pechuga y mejorar el emplume (Figura 4). Asimismo, altos niveles de fibra evitarán que las gallinas pongan huevos sobrepasados. Por ejemplo, en postura se podría incrementar la fibra cruda hasta 6.0% pero restringiendo la fibra soluble a un máximo de 3.5%. Cuando se tenga en cuenta estos nutrientes se tendrá que evaluar la genética del ave y sus condiciones de estrés por calor, ya que bajo estas últimas condiciones el tamaño del huevo se reduce y algunas líneas de aves tienden a aumentar el peso del huevo más que otras líneas genéticas.
Figura 4. Balance de nutrientes entre la pechuga y emplume.
Conclusiones:
- Evitar el sobrepeso de los gallos desde la fotoestimulación hasta las 30 semanas de edad calibrando el consumo de alimento. Para obtener gallos de peso controlado, porte y conformación ósea ideal es esencial alcanzar un peso vivo ideal y altura de canilla a las primeras cuatro semanas de edad.
- Monitorear el emplume desde el levante hasta la fase de producción. Luego de verificar el espacio de comedero, se podrá analizar el balance de amino ácidos y el nivel de fibra para mejorar la cobertura del emplume.
- Para controlar el peso de huevo, y mejorar la fertilidad y nacimientos se deberá restringir el nivel de lisina digestible. Además, el nivel de fibra ayudará a controlar el sobrepeso del huevo. La temperatura medioambiental y genética del ave se deberán tener en cuenta ya que estas afectan el tamaño de huevo.
Referencias:
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